Señor Director:
No cabe ninguna duda respecto de que nos encontramos viviendo una crisis profunda de nuestra institucionalidad política. Y es que el proyecto neoliberal cumplió su cometido a costa de cimentar un país anclado en la lógica de las competencias, cuyo principio motor sigue siendo la búsqueda del bienestar individual por sobre el colectivo.
No nos olvidemos de que fue en medio de la dictadura militar que grandes empresas administradas por el Estado, cuyo espíritu estaba ensamblado con las necesidades del país, pasaron coordinadamente a manos de colaboradores del régimen. Tal es el caso de la minera SQM, antes perteneciente a todos los chilenos, y que hoy es cuestionada por el pago ilegal en campañas políticas.